jueves, 12 de abril de 2012

Primeras impresiones de Pamplona

Cuando yo dije a mi familia y mis amigos que me iba a Pamplona, todo el mundo mencionó los toros. Es asombroso que esta ciudad, que es relativamente pequeña, una ciudad de 300 000 habitantes, es conocida por casi todos en todo el mundo.

Pero en realidad yo no corro a mi trabajo perseguida por los toros, de hecho no he visto un toro desde mi llegada hace tres meses. Los toros están sólo presentes en la locura de las fiestas de San Fermín en julio, el orgullo de Pamplona, donde un millón de personas de todo el mundo invaden la ciudad.

El resto del año Pamplona es una ciudad agradable y tranquila situada en las montañas del norte de España. Para mi Pamplona tiene el tamaño perfecto, lo suficientemente grande como para tener un montón de cosas para hacer, pero aún lo suficientemente pequeño como para conocer bien el lugar.

El corazón de la ciudad es su casco viejo con los antiguos edificios y las calles estrechas. Las calles son donde todo sucede. Esta es la primera cosa que más me sorprendió cuando llegué aquí, ¡la cantidad de actividad en las calles por las noches! Lo contrario de Suecia, donde la gente está en las calles por la tarde haciendo tareas, pero a la noche las calles están desiertas, la gente volviendo a la comodidad del hogar. En España, sin embargo, por las tardes alrededor de las 3 las calles están vacías, literalmente no hay nadie porque todo el mundo está disfrutando la comida en casa. Cercano a las 19 las calles comienzan a llenarse y vienen, hacia las 21 las calles están por lo general llenas de gente. Niños, familias, jóvenes, mayores, sí, ¡todo el mundo está fuera!

                                                   Encierro, San Fermín Pamplona

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